“El emprendedor debe arriesgarse, creer en su idea y ser muy perseverante. Y en el Hospital tenemos una área de Innovación única”
La desviación ocular (estrabismo) es un trastorno que afecta entre un 3 y un 4% de la población y que puede conducir a un déficit visual del ojo desviado si no se diagnostica y trata de forma adecuada. Con el objetivo de disponer de un aparato de medida del grado de estrabismo de forma precisa, tanto en niños como adultos, el Dr. Prat se lanzó a la aventura de materializar un dispositivo tecnológico innovador que justo ahora, 8 años después, empieza a sacar la nariz en el mercado.
-¿Qué ha inventado?
DIGMO (nombre del proyecto) es un sistema de medida del estrabismo que filma el movimiento de la pupila y el iris de los pacientes, mediante un casco que se coloca en la cabeza. Este sistema permite medir con exactitud la desviación ocular, con lo que obtenemos un diagnóstico más preciso y podemos aplicar un tratamiento más eficaz. Actualmente el estrabismo se mide de forma manual, "artesanal", poco afinada, y eso hace que las intervenciones quirúrgicas se basen en datos inexactos. También hace las funciones de pupilografía dinámica, novedoso y muy útil en el entorno neurológico.
-Con esta descripción, cualquier profesional de la vista debería querer tener un DIGMO en su consulta.
Confiamos que a la segunda mitad del año 2014 empezará a ser rentable la comercialización. Pero hemos estado 7 años para vender el primer casco. Actualmente el producto innovador está despertando más interés en el mercado asiático, más abierto y activo económicamente. Estamos negociando la venta del GAZELAB (nombre comercial) en países como los Emiratos Árabes, Indonesia, China, India, Hong-Kong, Singapur…
-¿Y Europa?
El mercado europeo es muy conservador y aunque negociamos con muchos países les cuesta incorporar nuevos productos, pues buscan garantías de éxito y no se atreven. En España casi es mejor no invertir energías porque el sector sanitario está padeciendo mucho la crisis y no hay dinero para invertir, especialmente en los hospitales.
-Parece frustrante que una idea que sale del ambiente sanitario acabe sin tener el apoyo que merece del sector.
Actualmente no es del todo cierto. El emprendedor debe arriesgarse, creer en su idea y ser muy perseverante. Ahora, en esta Institución, tenemos un departamento de Innovación, que es de los pocos en nuestro país, que si tienes un proyecto innovador te asesora y ayuda. Cuando yo empecé no existía esta tutorización.
-Pero, en cambio, había dinero público para gastar en I+D.
En 2006 pude empezar el proyecto gracias a un programa de la Generalitat que fomentaba la innovación en los hospitales y que aporto una “subvención” de unos 240.000€. Con este dinero empezamos a desarrollar el prototipo pero no se acabó. Fue entonces cuando creamos la spin-off BcnInnova TE, una empresa privada fuera del contexto hospitalario para poder acceder a financiación, acabar el prototipo y desarrollar una primera versión comercializable.
-Tuvo que constituir su propia empresa.
El problema era que ni el Hospital ni la Fundación eran objetos jurídicos financiables, debía de ser una empresa privada. Es decir, el Hospital puede investigar pero no comercializar con el resultado de una idea. Primero obtuvimos un préstamo de la Generalitat y luego vendimos un 30% de las acciones a un Business Angel catalán para poder empezar con la spin-off. Luego se pueden pedir más préstamos públicos, los hay de varios tipos para la financiación de la innovación tanto de Cataluña como en España. Hay que tener en cuenta que, desde hace unos años, las subvenciones ya no existen, solo préstamos participativos o venta de acciones a inversores.
-Exactamente, ¿cómo describiría una spin-off?
Una empresa de nueva creación que va a producir un producto innovador, valga la reiteración de palabra. Dicha empresa se crea a partir de una nueva idea, conocimiento o desarrollo que ha nacido en un contexto no empresarial, como una Universidad o un Hospital, y que por tanto no es susceptible de recibir financiación
-¿Qué diferencia hay entre investigar e innovar?
La investigación en el sector sanitario es el estudio profundo de una materia, es la búsqueda de conocimientos más que de productos. La innovación es una forma nueva y mejor de hacer las cosas, desarrollando una idea y reinvirtiéndola en el sistema. El producto innovador puede ser simplemente para el consumo o ser también una herramienta para investigar. El GAZELAB es un dispositivo de medida de precisión y cumple ambas finalidades. Precisamente algunos investigadores en estrabismo, psicología y psiquiatría ya lo están utilizando.