Según el informe PRECA, el 40% de los internos de cárceles españolas padece algún tipo de trastorno mental
El informe de prevalencia de trastornos mentales en centros penitenciarios españoles (PRECA) recoge que ocho de cada diez internos ingresados en las cárceles españolas han padecido a lo largo de su vida un trastorno mental. De esa población reclusa, un 76% presenta historia de trastorno por uso de sustancias, principalmente el alcohol y la cocaína.
El Dr. Enric Vicens, responsable del Área de Hospitalización Psiquiátrica Parc Sanitari Sant Joan de Déu, de Sant Boi de Llobregat, destaca la estrecha relación entre el consumo de drogas y el trastorno mental: "La mayoría de los presos con trastornos afectivos muestra también historia de consumo de drogas". Y añade que "aunque en el medio penitenciario, el consumo se reduce, no siempre se anula. Sabemos que en las cárceles continúa habiendo consumo de sustancias, aunque lógicamente no en los porcentajes que recoge el estudio", especifica.
El 41% de los presos españoles sufre algún tipo de trastorno mental, según se ha extraído del estudio PRECA, liderado por el Director del Área de Hospitalización Psiquiátrica Parc Sanitari Sant Joan de Déu el Dr. Enric Vicens, que también ha asegurado durante la presentación de este trabajo de investigación que “el 84 % ha padecido alguna enfermedad mental a lo largo de su vida, la prevalencia de las enfermedades mentales en los reclusos es 5 veces mayor que en la población general”. Y los enfermos que toman drogas tienen 3 veces más de posibilidades de reincidir, dato que se eleva hasta 5 veces más si el preso ha cumplido condena en más de una ocasión.
Así, una de las recomendaciones del estudio PRECA va dirigida a los servicios de salud penitenciaria para que implementen programas integrales y específicos que aborden el trastorno mental, ya sea por el abuso de sustancias como otras patologías graves que generan importantes dificultades como la psicosis.
"Es muy importante que las autoridades de los centros penitenciarios identifiquen a los internos con trastorno mental en un momento determinado, no solo para tratarles adecuadamente sino también, de cara a la salida, para prevenir la comisión de nuevos delitos", apunta el coordinador del PRECA.
La estancia en el medio penitenciario puede servir para detectar y tratar el problema. "Los médicos que atienden de primera instancia a los presos deben incluir dentro de su evaluación la detección de patologías psiquiátricas y hacer una historia muy detallada del consumo de sustancias", recomienda el Dr. Vicens.
En la actualidad, según el PRECA, el 40% de los internos de cárceles de nuestro país padece algún tipo de trastorno mental. De ahí se deduce que el medio penitenciario no resulta el lugar más adecuado para tratar una enfermedad mental.
Una de las principales conclusiones del estudio es que la prevalencia de la patología psiquiátrica entre los reclusos españoles es 5 veces superior a la de la población general. Siguiendo los datos del propio PRECA, aunque el trastorno por abuso de sustancias es el más frecuente (76,2%), en prisión también se dan otros trastornos como el de ansiedad (45,3%), trastorno afectivo (41%) y trastorno psicótico (10,7%).
Los datos del PRECA han dado sus frutos, haciendo que tanto la Fundación Manantial como la Obra Social Caja Madrid pongan en marcha el 'Plan de Atención Integral a personas con Trastorno Mental en Ámbito Penal y Penitenciario'. Estos datos también sugieren que los servicios de salud mental penitenciarios formen parte de la red de asistencia psiquiátrica y social comunitaria para garantizar un tratamiento integral de esta población de riesgo. Un punto de actuación del Plan de Ámbito Penitenciario es incorporar a las personas que salen de prisión a esa red asistencial.
La iniciativa, pretende dar "una respuesta efectiva a las distintas circunstancias que tiene que hacer frente una persona con un trastorno mental como la psicosis, involucrada en un proceso penal o internada en un centro penitenciario", resume Javier Pallarés, director del Plan.
Durante 2012 se lleva a cabo una campaña de formación y sensibilización dirigida a jueces, abogados, médicos forenses, personal penitenciario y a la sociedad en general "para profundizar en el conocimiento de la psicosis y no dejarse llevar por prejuicios", indica.
Por otra parte, el Dr.Óscar Sanz, psiquiatra adjunto de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica Penitenciaria de Cataluña del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, es el director del estudio “Consecuencias del TDAH no tratado: Un estudio en población psiquiátrica penitenciaria”, ya que el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) ha sido su objeto de estudio durante el año 2009. Según el doctor Sanz, “los estudios realizados en diversos países europeos indican que aproximadamente un 30 por ciento de la población penitenciaria podría padecer este trastorno”. Este estudio, realizado sobre 114 internos en tratamiento psiquiátrico, es la primera parte de la investigación que continuará este mismo año con el objetivo de analizar la prevalencia del TDAH sobre el total de la población reclusa en el Centro Penitenciario de Brians 2 situado en la provincia de Barcelona. Los resultados obtenidos, han establecido que “los pacientes penitenciarios con TDAH delinquen más jóvenes, con una media de comisión del primer delito de 22 años frente a los 29 años de media del resto de reclusos con otras patologías psiquiátricas; cometen mayor número de delitos, con una media de 7,8 delitos frente a los 3,9 del resto de pacientes; y presentan mayores consumos de drogas desde edades más tempranas y en cantidades más elevadas”, afirma el Dr. Óscar Sanz.