"Aprendemos a pensar. Metacognición y psicosis."
En 2011 diversas investigadoras del Parc Sanitari Sant Joan de Déu iniciaron el primer proyecto de intervención en personas con primeros episodios psicóticos a través del tratamiento metacognitivo. Ocho años, una docena de centros de toda España y más de 200 pacientes han formado parte del estudio, liderado por el equipo de la Dra. Susana Ochoa - Institut de Recerca Sant Joan de Déu; junto con la investigadora Raquel López y las investigadoras clínicas Irene Birulés, Trini Peláez, Núria Grases y Ana De Apraiz.
Hablamos con la Dra. Susana Ochoa para conocer cuál ha sido la evolución del proyecto y en qué punto se encuentra.
¿Para centrar el tema nos podrías explicar brevemente qué es un primer episodio psicótico?
Se conoce como primer episodio psicótico al momento en que se inicia la enfermedad mental, la esquizofrenia. Una trastorno psicótico en el que se ve alterada la realidad y el paciente sufre delirios (creencias irreales con total convicción) y alucinaciones (percepciones auditivas o visuales que únicamente existen en su mente).
¿Susana, en primer lugar, nos podrías explicar qué es el tratamiento metacognitivo?
El tratamiento metacognitivo va dirigido a entender el proceso de pensamiento y así poder interpretar las diferentes situaciones sociales que acontecen. En el ensayo clínico que llevamos a cabo durante la primera beca FIS que se nos concedió como grupo, se realizaron intervenciones grupales donde se trabajaba con situaciones concretas, los procesos de pensamiento y las relaciones con los demás. Más adelante, en el siguiente ensayo, se realizaron intervenciones individuales personalizadas para cada paciente, mediante situaciones cotidianas y reales de su día a día.
En estudios previos demostrasteis que el tratamiento metacognitivo es eficaz, ¿qué nos puedes contar sobre esto?
En 2011 pusimos la primera piedra a este gran proyecto, que nació como un proyecto de intervención en personas con primeros episodios psicóticos, donde participaron 9 centros de toda España y en el cual, posteriormente, se añadieron más.
Las personas que tuvieron acceso a estas intervenciones grupales mostraron una notable mejora respecto al grupo que no la recibieron. En este sentido, los y las participantes pasaron a ser más reflexivos, disminuyó su rigidez y también la tendencia a pensar que el otro era culpable de lo que le sucedía.
En estos momentos nos encontramos en la fase de análisis relativa a las intervenciones realizadas a los y las pacientes de manera individual.
¿Cuáles son los objetivos del proyecto que está realizando en estos momentos?
Ahora mismo lo que queremos es pasar de probar la eficacia del tratamiento metacognitivo a través de una intervención, a hacer un estudio mucho más descriptivo que nos permite recoger más datos y, gracias a esto, podamos diseñar intervenciones más adecuadas a los perfiles de cada persona. A estas alturas, sabemos que los aspectos metacognitivos son importantes en personas con primeros episodios, pero nos falta información en relación con las personas con esquizofrenia crónica.
En esta nueva fase analizaremos muestras de personas con primeros episodios (primeros 5 años de evolución), pacientes con más de 5 años de evolución de la enfermedad (pacientes con esquizofrenia crónica) y controles sanos. El estudio está centrado en personas que viven en casa y, por tanto, con vidas socialmente más o menos activas, es decir, posiblemente trabajen, tengan pareja, etc. En total serán más de 500 participantes, ya que casa centro aporta unos 60 casos.
¿Qué interés tiene para vosotros que los pacientes convivan dentro del entorno familiar?
Los estudios han demostrado que estos trastornos evolucionan de forma diferente en cada persona en función de su red social (familia, amigos, entorno, etc.). Una de las hipótesis plantea el tema del grado de apego que los pacientes hayan tenido durante la infancia, como aspecto a valorar en el desarrollo del trastorno en la edad adulta.
Para nosotros es interesante estudiar cuál ha sido y cómo es el entorno familiar de cada persona para poder establecer posibles relaciones directas con el trastorno, sus inicios, su mejora y los aspectos de pensamiento y relación con los demás.
¿El objetivo final del estudio es conseguir mejorar los tratamientos personalizados?
Sí, y para lograrlo evaluaremos los sesgos cognitivos, la cognición social, los niveles de cognición, el funcionamiento de la persona en el ámbito comunitario, su historia clínica, su personalidad base y cómo afecta la visión que tiene del mundo en su trastorno. Así pues, podemos decir que este será un estudio mucho más global, con el objetivo de conseguir una descripción lo más representativa posible que, en un futuro, nos permita diseñar en el futuro tratamientos psicológicos más personalizados.
¿Y cuál será el futuro de estos proyectos?
El proyecto de intervención individual finalizó el año pasado, en 2018, aunque el "Spanish métacognition Group" continuaremos trabajando en el tema de la metacognición. Con la nueva subvención disponemos de financiación para continuar investigando hasta el año 2021, y nos gustaría poder continuar trabajando después de esta fecha. Para nuestro grupo, poder contar con la colaboración de profesionales de tantos centros y ciudades es muy enriquecedor, a la vez que nos ayuda a desarrollar una investigación más centrada en las necesidades de las personas con psicosis.