"A día de hoy la población está más estimulada cognitivamente y eso la protege mejor de la demencia"
ENTREVISTA: Una de cada cinco personas mayores de 60 años padece algún trastorno mental o neurológico, una cifra que crecerá en los próximas décadas porque se estima que en 2050 el número de mayores de 80 años se habrá cuadriplicado. Así, ese grupo de edad pasará de 605 a 2.000 millones de personas y la mayoría de los adultos de mediana edad tendrá a sus padres vivos. El Dr. Josep Maria Haro, Coordinador del grupo de investigación sobre Epidemiologia e Impacto de los trastornos mentales graves del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, nos da algunas pistas en esta entrevista sobre las estrategias a seguir para planificar y gestionar mejor los recursos que permitan gestionar todo este volumen de población.
El Dr. Josep Maria Haro, director de docencia, investigación e innovación del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, ha coordinado las jornadas de debate B-DEBATE: Impact of Ageing on Mental Health and Well-being. El objetivo del evento científico es promover la colaboración internacional y guiar la investigación y políticas públicas que se destinan en el ámbito de la salud mental y el envejecimiento.
Hacernos mayores con mejor calidad de vida. ¿Este es el objetivo último de las investigaciones que lidera?
Nuestro grupo de investigación es amplio, pero nuestra línea se centra en estudiar el impacto de los trastornos mentales en la población, intentando conocer como padecer un trastorno mental impacta en la calidad de vida y cuáles son los factores que hacen que una persona los padezca o que los factores que la protegen frente a situaciones de tensión o dificultades. Últimamente, nos centramos en el tema del envejecimiento, es un reto importante a nivel Europeo y debemos saber cómo afectará el hecho de vivir más años con la salud.
¿Se retrasará el inicio de las enfermedades en las personas mayores?
En Inglaterra, donde se temía que el envejecimiento de la población aumentara los casos de demencia, parece que no sucede así por una mejora en la prevención de las enfermedades circulatorias. Por otro lado, la población ahora tiene una mayor reserva cognitiva, la gente está más estimulada cognitivamente y recibe una mejor educación. Eso le protege mejor a la hora de desarrollar una demencia. Lo preocupante es que la mayoría de gente mayor que llegará en los próximos 25 años será en países menos desarrollados.
¿Qué podemos hacer para encaminarnos a una vejez más larga y saludable?
Mantener una buena salud, tanto física como mental, es básico para que las personas mayores mantengan su autonomía y puedan ocupar un lugar en la vida familiar y en su comunidad. Por ejemplo los adultos mayores con enfermedades como las cardiopatías presentan tasas más elevadas de depresión que los que no padecen problemas médicos. Lo importante es promover un envejecimiento saludable, practicar hábitos saludables antes de entrar en la vejez.
¿Por qué es importante invertir en el ámbito que usted investiga?
Los trastornos mentales tienen un impacto económico y social superior al cáncer y a las enfermedades cardiovasculares. El cáncer, por ejemplo, ha dejado de estar estigmatizado cuando se han invertido muchos recursos a su investigación. Pero hace 30 años era tabú.
Usted lidera el proyecto ROAMER de la Comisión Europea para trazar la hoja de ruta del futuro de la investigación en Salud Mental a nivel Europeo. ¿Cuáles son sus objetivos?
Actualmente la investigación en salud mental está muy descoordinada: se repiten proyectos y hay poca información de los que se están ejecutando. Se comparten poco los datos y se invierte más dinero en recoger datos que en analizarlos. Tampoco se está evaluando la calidad de los servicios que se ofrecen en salud mental ni por qué muchas personas no llegan a ser diagnosticadas ni tratadas. Este proyecto todo el espectro de aspectos biológicos, psicológicos, epidemiológicos, de salud pública, sociales y económicos de la salud mental y el bienestar.